“La
confusión será mi epitafio”
Por
Alfredo González Colula
Mi llegada a la ya famosa CD.MX. Siendo las 10 horas del 15
de julio del 2017, traía un hueco en el estómago por hambre ya que había
partido de Córdoba a las cinco de la madrugada y en la recepción del hotel era hasta
la una de la tarde, así que cuando aborde el metro en San Lázaro no dude en
bajarme en la estación Pino Suárez y caminar con calma hasta el monumento a la
revolución y así mirar las tiendas o puestos en el trayecto y desde luego en el
paso no dejar la oportunidad de tomar la foto a la fachada del teatro Metropólitan
en sus luminarias en letras doradas KING CRIMSON, al ver tal nombre una
sensación de adrenalina se apoderó de mí ya golpeado órgano cardíaco y los
latidos fuera de ritmo empezaron a surgir, la emoción de estar de nuevo viendo
a tus héroes, tome un par de fotos y me senté una veintena de minutos
observando las carteleras de eventos ya pasados y futuros y de no ser por un
ciudadano con cervezas encima que golpeaba paredes y hablaba por celular
amenazando a quien sabe detrás de la línea, quizá mi estancia en esa banca
sería de más tiempo, el tiempo transcurría y seguí mi camino en esa muy bella
avenida Juárez y dirigirme al hotel, ya para ese entonces ni hambre tenía y
dormí un par de horas, eso sí, escuchando Spotify el álbum Radical Action To
Unseat the Hold of Monkey Mind, para ensayarme por el momento que se
aproximaba; siendo las cinco de la tarde me enfilé rumbo al teatro, quizá en el
camino pudiera comer algo ligero, ya cuando llegue al destino había una fila de
no más de 20 personas y un mundo sobre las aceras de ambas manzanas, muchos de
los asistentes ataviados con maletas, por un momento pensé que iba a ser un
desmadre entrar con todo eso, pero estaba equivocado, eran los vendedores clandestinos
de suvenires que si bien sus precios es al casi 20% del costo de una playera
dentro del recinto, no había probado el famoso sándwich de la tortería la
Texcocana frente al edificio Metropólitan, un pan suave telera con unas
rebanadas medias gruesas de carnes frías y un generoso embarre dé guacamole,
exquisito al paladar y más cuando eres de la capital de las tortas, a las 18
horas en punto nos abrieron las puertas y de una manera educada tanto el staff
y los asistentes cooperamos las indicaciones y cualquier duda nos apoyaron, no
tomar fotos ni video en el transcurso del concierto hasta que el señor Tony
Levin sacara su cámara y la otra era que si estabas en dulcería o sanitarios y
empezaba el evento, esperar a que terminara la primera canción, era obvio que
lloviera, tronara o me estuviese con ganas de orinar, jamás iba a despegarme de
mi asiento hasta el intermedio, muy acertado el soundscape de atmósfera,
entrabas ya en el mundo crimsoniano, un poco desagradable que el interior del
teatro tuvo su lleno total casi a la hora del inicio, una falta de respeto,
pero se me olvido que estábamos en México y la impuntualidad nos caracteriza,
en fin lo hora soñada había llegado, entrada principal Pat Mastelotto, Jeremy
Stacey y Gavin Harrison tercia de baterías, en la parte de arriba Mel Collins,
Tony Levin, Bill Rieflin, Jakko Jakszyk y el amo y señor Robert Fripp, todos
virtuosos, emblemáticos, elegantes, maestros, abriendo con Neurótica y debo ser
honesto la emoción me cerró la garganta y unas cuantas lágrimas rodaron las
mejillas parte la espera y la otra parte el viejo esta vez no pudo llevarme
como en el 96; las ovaciones no cesaron y cómo iba transcurriendo la lista de
canciones o temas de las cuales fueron Pictures of a City, The ConstruKction of
Ligth, Red, Fallen Angel, Cirkus, Level Fivel, Indiscipline, epitaph, In the
Court, entre otras de casi 25 temas tocados en esas tres horas que se fueron
como agua, México necesitaba más y más, el turno le llego a Islands versión supongo
para México ya que KING CRIMSON siempre nos regala versiones diferentes como en
el 96 con 21st Schizoid Man y ahora con el tema Islands con dos baterías y tres
órganos, los cuales uno de ellos el sonido característico del mellotrón, Robert
Fripp demuestra de nuevo la innovación de lo clásico y lo técnicamente moderno,
pude ver los rostros de los asistentes cercanos el sentimiento de esta canción,
Jakko sin duda alguna coverear esta melodía nos entregó el corazón, el
intermedio estaba ya y tal como lo dijo la voz española en los altavoces “el
intermedio será después de la primera parte y antes de la segunda” se cumplió;
de los miles de espectadores que se dispusieron a ir al sanitario o a la barra
en forma ordenada y en filas acudimos, nunca había visto tanto respeto en un
concierto de Rock, los escuchas apoyaron a un señor en silla de ruedas
acompañado de sus hijos, ayudamos a cargar la silla y darle el paso, tanto que
un guardián de orden emocionado agradeció a la banda, no había empujones, no había
colados, todos muy disciplinados, cabe mencionar que no he ido a muchos
conciertos pero los pocos que he acudido son la barbarie; al inicio de la
segunda parte Larks Tongues In Aspic I, se veía venir que el concierto iba a
dar lo mejor, le soy sincero no recuerdo en la lista de canciones, pero no
tocaron Talking Drum ni Larks parte 2 pero el encore fue la parte más
importante, no podían irse sin Starless y 21st Schizoid y el tributo a David
Bowie con Heroes, el termino llego, Levin saco su cámara al igual que Fripp y
es como pudimos sacar los celulares para también guardar esta experiencia, las
ovaciones y aplausos no cesaron, puedo afirmar que se llevaron lo mejor de la
noche que el público les dio, rostros tristes, sonrientes, emocionados,
extasiados, gente con boletos para los siguientes días y personas que debían ir
a su lugar de origen, pero a sabiendas que nadie ni nada les dirán lo que se vivió
ahí.
En referencia al grupo la entrega de las tres baterías tocando
y más aún cuando llego la hora para Indiscipline, la complejidad de Mastelloto,
Harrison y Stacey unidos para tocar su solo y sentir el legado de Bruford;
Levin con la elegancia de su Chapman stick armonioso en cada tema que espero jamás
olvidar; Collins miembro antiguo del primer line up, nos deleitó con las
canciones del nacimiento del Rey y adaptaciones como es el caso de ContruKction
of Ligth y entregando al público mexicano una partitura del himno nacional;
Rieflin su participación es muy importante ya que sin el mellotrón King no es
lo que es, verlo que con su libretita de notas musicales y la seriedad de un
caballero entregado a su arte; el turno es de Jakszyk como voz y guitarra armónica,
quiero pensar que es la parte más difícil ya que hacer covers de los miembros
antiguos desde Lake hasta Belew no es para nada fácil y más la velocidad como
Adrian B. entona Indiscpline, Jakszyk lo pudo hacer y por último el maestro
Fripp, desde su taburete sentado, con su arsenal a un lado y su guitarra creando
sus ya conocidas atmosferas y soundscapes, no sin deleitarnos con su
inigualable solo en Starless y el riff de 21st Schizoid.
Lo que puedo decir que este y a modo personal es que esta presentación
es unas de las mejores y digna para el Collectors Club, puedo decir que Live at
Summit Studios 1972, Live in Mexico City 1996 y Radical Action Live CDMX han sido unos de los mejores, reitero a título
personal y no me queda nada más que decir “volví a estar ahí” esperando que no
sea la gira de despedida México siempre estará con los brazos abiertos para el
regreso… Larga vida al Rey Carmesí…